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Expedición a Pirineos

A mediados de verano del 2019 David Dopereiro y yo emprendimos un viaje hacia una de las zonas más interesantes y diversas de la Península Ibérica, la Cordillera de los Pirineos.

Después de varias semanas de planificación y preparativos comenzamos nuestra aventura desde la costa gallega. En una ruta de tantos kilómetros teníamos varias paradas programadas antes de llegar a nuestro primer objetivo, el pirineo catalán.

Nuestra primera parada fue en Burgos, donde nos juntamos con unos amigos del País Vasco (Pablo, Ander, Aritz y Julen) que llevaban un par de días buscando hérpetos por la zona, fue una parada breve pero intensa, donde pudimos disfrutar de las primeras especies del viaje.

Víbora aspid (Vipera aspis aspis) al anochecer.

Posible víbora hocicuda (Vipera latastei) con las últimas luces del día.

Un momento de descanso con nuestros amigos vascos, de izquierda a derecha Ander, Miguel, Pablo, David, Julen y Aritz (Foto de David DoPereiro).

A la mañana siguiente seguimos para nuestra siguiente parada, Zaragoza, donde nos esperaban unos amigos naturalistas (Kike, Dan y Carlos) para pasar ese día y el siguiente rescatando animales de aljibes donde caen y después no pueden salir. Fueron días de emociones encontradas, ya que no nos imaginábamos la dimensión del problema de los aljibes, con cientos de animales atrapados. Pudimos rescatar a muchos de ellos, pero para otros ya era tarde, un auténtico problema que se debería hacer mucho más visible para que la sociedad fuese más consciente.

Sapillo moteado (Pelodytes punctatus) en su hábitat, una cueva húmeda donde sobrevive al calor del verano.

Enorme macho de lagarto ocelado (Timon lepidus) rescatado de un aljibe.


Otro de los momentos del viaje, un pequeño tejón (Meles meles) que pudimos descubrir con las últimas luces del día.


Con el equipo zaragozano, de izquierda a derecha Dan, Carlos, David, Miguel Y Kike, foto de Enrique Ruiz Ara.

Tras estas paradas a lo largo de la península llegamos al fin a nuestro objetivo, pasando la primera noche en el prepirineo de Lleida, donde pudimos disfrutar de uno de los momentos más especiales del viaje, un amplexo del Tritón pirenaico (Calotriton asper).

Tritón pirenaico (Calotriton asper) en un regato del prepirineo catalán.

Amplexo de Calotriton asper, uno de los momentos más especiales del viaje, prepirineo catalán.

A la mañana siguiente muy temprano, arrancamos para llegar antes de que el sol estuviese muy alto al pirineo francés, en uno de los lugares donde se encontraba uno de los objetivos que más ganas teníamos del viaje, el Lagarto Ágil (Lacerta agilis), un reptil de tamaño medio que en la península ibérica tiene su distribución muy reducida, todo un lujo poder disfrutar en primera persona de este noble animal.

Detalle de una hembra de lagarto ágil (Lacerta agilis).

Macho de lagarto ágil (Lacerta agilis) en su hábitat.

Los tres días siguientes nos marcamos como objetivo ver los hérpetos más localizados y complicados de la cordillera, las iberolacertas.

El primer día lo dedicamos a la Iberolacerta aurelioi, para ello hicimos una caminata de 5 horas por un valle espectacular del pirineo catalán donde pudimos disfrutar de unas vistas magníficas además de multitud de hérpetos, para finalmente localizar y fotografiar un ejemplar de la esquiva lagartija.

 Hembra de Lagarto verde (Lacerta billineata) con el pirineo catalán de fondo.


Iris latifolia, especie de lirio que habita zonas altas y húmedas.


Vistas de la espectacular subida por el pirineo de Lleida.

 Iberolacerta aurelioi en un roquedo donde se estaba soleando.

 Detalle de la Iberolacerta aurelioi

Para la segunda Iberolacerta, nos desplazamos al Val D'Aran, un valle salpicado con preciosos pueblos de montaña dignos de visitar. Tras unas horas de coche y de búsqueda, en las zonas más altas pudimos localizar y fotografiar a varios ejemplares de Iberolacerta aranica, estábamos exhaustos pero felices, llevábamos 2 de 2.

Detalle de la Iberolacerta aranica 

Iberolacerta aranica vista en plano general

Vipera aspis zinnikeri

La última Iberolacerta que nos quedaba por ver, en teoría la mejor distribuida, en teoría la más fácil, pero hasta que la viésemos no nos relajaríamos. Nos desplazamos de nuevo al país vecino, donde tras unas horas de carretera y pateo pudimos completar nuestro triplete, la Iberolacerta bonnali estaba ante nosotros, 3 de 3, el viaje a los Pirineos ya nos había merecido la pena, todo lo que viniese después sería de regalo.

Ejemplar adulto de Iberolacerta bonnali.

Vista completa de Iberolacerta bonnali.

Los siguientes días nos fuimos desplazando hacia la zona occidental de los Pirineos, donde pudimos disfrutar del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, todo un espectáculo de montañas, bosques y fauna dignos de visitar, caminar y respetar.

Rana pirenaica (Rana pyrenaica)

Lagartija roquera (Podarcis muralis)

Después del Parque Nacional, siguiendo en el pirineo de Huesca, nos volvimos a juntar con nuestros amigos de Zaragoza, para pasar otro día juntos y explorar nuevas zonas que nos aportasen más experiencias y aprendizajes. A lo largo de este día pudimos disfrutar de animales tan impresionantes como la culebra verdiamarilla, el sapo partero o el tritón palmeado.

 Precioso adulto de sapo partero (Alytes obstetricans)

 Impresionante ejemplar adulto de culebra verdiamarilla (Hierophis viridiflavus).

Triton palmeado (Lissotriton helveticus) en fase terrestre.

Tras una efusiva despedida de nuestros amigos zaragozanos, a los que esperamos volver a ver lo antes posible, nos dirigimos a nuestra última parada del viaje, Navarra.

Un lugar de obligada visita para nosotros era la Selva de Irati, uno de los hayedos más grandes y mejor conservados de la Península Ibérica, todo un lujo poder recorrer sus caminos y disfrutar de sus árboles, su humedad y su silencio.

 Cascada del Cubo, en el corazón de la selva de Irati.

Salamandra común (Salamandra salamandra fastuosa). 

Triton pirenaico (Calotriton asper) en fase terrestre.

Por último, antes de volver a nuestra querida Galicia, hicimos una pequeña parada en el prepirineo Navarro donde pudimos disfrutar de las vistas de la Foz de Arbaiun, una gargarta de 100 metros de desnivel donde se encuentra una gran población de buitre leonado. Así mismo, paramos en unas lagunas donde pudimos observar la última especie que vimos durante el viaje, el Tritón alpino (Ichthyosaura alpestris).

Foz de Arbaiun desde uno de sus miradores

Larva de Tritón alpino (Ichthyosaura alpestris).

Fueron 10 días de carretera donde hicimos algo más de 3600 kilómetros, caminatas, experiencias y aventuras inolvidables junto a mi gran amigo David y nuestros amigos vascos y zaragozanos, donde pudimos observar y disfrutar un total de 32 especies de hérpetos que os dejo a continuación:

Anfibios
Bufo spinosus
Alytes obstetricans
Epidalea calamita
Pelobates cultripes
Pelodytes punctatus
Pellophylax perezi
Rana temporaria
Rana pyrenaica
Triturus marmoratus
Lissotriton helveticus
Calotriton asper
Ichthyosaura alpestris
Salamandra salamandra terrestris
Salamandra salamandra fastuosa

Reptiles
Tarentola mauritanica
Podarcis muralis
Psammodromus algirus
Iberolacerta aurelioi
Iberolacerta aranica
Iberolacerta bonnali
Zootoca vivipara
Chalcides striatus
Chalcides bedriagae
Angis fragilis
Timon lepidus
Lacerta bilineata
Lacerta agilis
Natrix maura
Zamenis scalaris
Coronella austriaca
Hierophis viridiflavus
Vipera latastei
Vipera aspis aspis
Vipera aspis zinnikeri

Especies no encontradas
Lacerta schreiberi
Natrix astreptophora
Zamenis longissimus
Podarcis liolepis
Malpolon monspessulanus

No podría acabar este pequeño relato sin agradecer a nuestro querido amigo Rafael Vázquez Graña sus recomendaciones, conocimientos y guía, ya que sin él nuestro viaje habría sido mucho menos existoso.

Por último, decir que todas las fotografías que aquí aparecen son hechas por mí salvo que se especifique lo contrario, con el único fin de dar a conocer la geografía, flora y fauna que nos rodea, por lo que agradecería su difusión, si alguien está interesado en utilizar las imágenes, pido que antes se ponga en contacto conmigo a través del blog, debido al tiempo y esfuerzo invertido en su realización.


1 comentario:

  1. Por lo que cuentas, un maravilloso y fructífero viaje. Me alegro un montón.

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